Escuchado fue el ruego y el llanto
-Mamita, onde andas, mamita por qué ya no me hablas...
Atención !!
Sin atención no podrás escuchar lo que la Madre te está diciendo, no verás la adivinanza, no la comprenderás.
Así llegó a nuestra casa esta enseñanza sobre las adivinanzas, por ello algunos le dicen la casa de las adivinanzas. Llegamos el 23 de enero de 2006.