martes, agosto 02, 2011

Encuentro Cultural Nuestra Calle
TITULO DEL PROYECTO

Fotoregistro --> http://picasaweb.google.com/casadelasadivinanzas


JUSTIFICACION
Crear espacios de encuentro social a partir de los espacios convencionales y de circulación anónima, es algo que desde la perspectiva del artista se inscribe en la realización de acciones convencionales en espacios no convencionales, como son el uso alternativo de los espacios de la calle y la casa, transformadas como escenario de la puesta en escena del encuentro socio-cultural de los vecinos del territorio en torno tanto a las actividades cotidianas como algunas nuevas para el espacio.
La transformación del espacio convencional de la vida vecinal en una galería artística, cultural y ambiental en la que las personas pueden vivir una experiencia formativa inmediata en diversos campos del trabajo comunitario para la construcción de un status diferente de vida, tomando como elementos principales de referencia los ejercicios permanentes de las organizaciones culturales, artísticas, ambientales del macroterritorio, consistentes en la exploración en la producción del espacio concreto de vida en ajuste con principios de cuidado del mundo y las personas implementando para ello distintas propuestas que demuestran en la práctica, formas de vida que no atentan y por el contrario se comprometen con la vida sobre la tierra.
La calle, la comida, el encuentro socio-cultural, la naturaleza y las personas son los elementos desde los que se muestra y construyen colectivamente territorios amables desde la apertura de nuevas prácticas de encuentro que buscan involucrar a propios y visitantes en la producción sin que esta sea comprendida nunca como un espectáculo, por el contrario resaltar que surge del puro encuentro orientado a la convivencia en paz.

Antecedentes
La escuela de pensamiento social Cátedra Latinoamericana cuenta con una experiencia en la educación comunitaria y la investigación, construyendo social y popularmente reflexiones prácticas desde la perspectiva propia de la gestión y producción social para el cambio estructural de las contemporáneas situaciones globales.
Los procesos adelantados en la Casa de las adivinanzas inician en el 2006 con el pausado y sostenido espíritu de respeto integral de las personas y la diferencia, intentando con ello abrir físicamente un albergue social para la diferencia y el estudio de las condiciones estructurales que producen en la realidad nacional de hoy violencia, pobreza, exclusión, hambre, contaminación, abandono, maltrato, entre los abundantes consecuencias negativas del modelo.
El desarrollo de las actividades, toman entre sus referentes los pensamientos y la sabiduría que los primeros habitantes ancestrales conocían y practicaban para mantener equilibrio entre las comunidades humanas y el resto de vida en el mundo. Resultado de ello el valor supremo del compartir y la hospitalidad para el que la vida representa cuestión de máximo cuidado, servicio y acompañamiento en contraprestación igual al aporte que el mundo hace a la humanidad.

El encuentro cultural Nuestra calle es el momento en el que se pone a interactuar el espacio del interior doméstico con el exterior comunitario en integración en las expresiones que la cultura humana permiten en aspectos integrados como son la alimentación, el manejo de los residuos producidos por un sistema de producción residual altamente contaminante y nociva para la vida en el planeta, la presentación de trabajos de carácter artístico igual que artesanales en el contexto de la galería bosquejada para tales fines en el espacio físico de la calle. En el año 2008 se inicia su realización efectiva y son seis las versiones que implican a vecinos, sin discriminaciones generacionales, ni sociales de algún tipo, se deja libre el fluir en la interacción, máxime cuando este proceso resulta de la interacción desinteresada de personas y saberes, sin respaldo económico alguno y sin una organización formal que los predetermine.

Objetivo
Visibilizar el tejido social pre-existente dado por compartir la cercanía, la vecindad, como potencia creadora de ambientes plurales de encuentro para la convivencia en función de la vida.

Diagnóstico
El diagnóstico presentado acá ha sido el aplicado en la trayectoria anterior del proyecto, en el que cada elemento que propicia la hospitalidad resulta del análisis crítico de los contextos a los que los ciudadanos en general nos enfrentamos en la historia contemporánea de Colombia, el cual identificamos como carente de espacios reales para la participación efectiva en la construcción de la realidad territorial. Las inobjetables condiciones de producción de la marginalidad, pobreza, y descomposición social animadas desde el modelo gobernante requiere hechos concretos antes que extensas reflexiones seudoteóricas ni agotadoras e infértiles dinámicas burocráticas en las que hoy se ha convertido la acción institucional. Por tanto, partimos de observar y juzgar como errados los diagnósticos oficiales en tanto que se niegan a reconocer las fuentes de los malestares sociales en el mismo modelo sociopolítico y económico imperantes.

Los angustiantes resultados sociales en todo orden de cifras que intentan reflejar las problemáticas sociales son escasas para evidenciar una situación estructuralmente producida, los datos hablan de enormes grupos sociales afectados por la inseguridad, la violencia intrafamiliar, la discriminación, la ausencia de espacios de construcción individual desde la solidaridad siendo reemplazados por oscuras propuestas consumistas de alcoholismo y drogadicción, que también refuerzan la presencia del malestar social y la depresión sicológica de la que son objeto los habitantes locales y nacionales. El régimen contemporáneo de vida condena al individualismo y abandono mutuo a los ciudadanos, dejando el disfrute de la vida para espacios restringidos según la capacidad de ingreso doméstico, intentando incluso tener injerencia en los modos de diversión de los ciudadanos, negando al vecino local la capacidad de creación y producción de uso de los espacios que le son próximos.
Las calles y parques, resultado de una errada evaluación y un peor ejercicio de planificación , son transformadas en espacios abandonados para los desposeídos y la comisión de crímenes y abusos. El lugar de la actividad comunitaria hoy ha sido reemplazada por las instituciones armadas quienes son las únicas autorizadas para habitar sin límites espaciales u horarios estos escenarios. A todas luces la militarización de la cotidianidad ciudadana no deja fluir libremente la sociedad, tomando un lugar rector más que de acompañamiento.

Descripción
Nuestra Calle invita la creación social de la calle en un ambiente de fiesta comunitaria y uso alternativo de los espacios cotidianos en dirección de conjurar el aislamiento y abandono social que da como resultado un tejido social débil o destrozado en la mayoría de los casos. La puesta en escena de una jornada de integración en torno a la cultura total busca que los aportes humanos llegados se sumen con los aportados por vecinos y visitantes, con los que resulta una creación colectiva formativa con potencial para asombrar incluso a los organizadores en tanto que el espacio abierto permite la integración casual de iniciativas visitantes que compartan el mismo espíritu.

Visto a la ligera podremos definir Nuestra calle como la suma de una exposición, una jornada de integración comunitaria en la comida, y una fiesta callejera. En suma es construcción social alternativa de tejido afectivo teniendo como excusa expresiones artísticas, artesanales, en escenas teatrales, musicales, cirqueras, y centralmente alimentarias.
Importante aclarar que nuestra calle es una expresión puntual y espacio social integrador de pedagogía social y cultural, colaborativo y abierto. Es entonces una fase y un resultado que nos permite continuar en este encontrarse entre vecinos, demostrando su sostenibilidad, basada en la cooperación y en la solidaridad aportada desinteresadamente para construir un tejido social en paz.
Nuestra calle es una realización programada pero a la vez espontánea de personas que pueden participar en su creación desde su ser y saber propio, esto hace que no sea posible la elaboración de un programa específico de actividades en tanto que todo es una invitación y creación de quienes aceptan la invitación. Confluyen en este caso teatreros, cirqueros, malabaristas, payasos, títeres, comunicadores alternativos, músicos, cocineros, barrenderos, equipo logístico, dejando solamente como exposición y actividad garantizada por los convocantes, la exposición y galería, teniendo así la oportunidad de mostrar trabajos propios he invitados de artistas plásticos, con sus distintos trabajos de pintura, serigrafía, escultura, fotografía, video, siendo aportados los elementos del montaje por el equipo de producción, también se muestran los procesos ambientales alternativos, en los que la Chagra concentra procesos de vivero, vividero y bibioteca, demostrando un manejo equilibrado y sostenido de trabajo ambiental con el tratamiento de los residuos orgánicos y el conocimiento de las plantas en todos sus usos posibles. De esta manera se invita en este espacio pedagógico a la reflexión sobre el contaminante modo de vida contemporáneo.

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